miércoles, 18 de noviembre de 2009

¿COMO CULTIVAR HIERBAS AROMATICAS EN EL BALCON?

No hace falta que en la casa haya un jardín para poder tener a mano las más frescas hierbas aromáticas. Con unas macetas y algunos consejos, se las puede aprovechar para enriquecer las comidas y hasta para agregar en un relajante baño de inmersión.

Son útiles. Son lindas. Son fáciles de cultivar. ¿Qué más hay que decir? Para tener una cosecha propia de hierbas aromáticas no hace falta ser un experto ni tener un jardín donde plantarlas. Por eso, no hay más excusas: con unas pocas sugerencias y muchas ganas alcanza para no tener que salir a comprar hierbas frescas para usar en la cocina, en la sesión de belleza casera o como remedio natural.
Las hierbas aromáticas se pueden cultivar sin ningún tipo de problemas en balcones y las más indicadas son: perejil, albahaca, tomillo, orégano, salvia, romero, menta, ciboulette, melisa, estragón y curry, entre otras.

Pero antes de salir corriendo al vivero a comprar los plantines, conviene observar con cuidado las características del sitio donde van a estar las hierbas: el momento en el que da el sol, la intensidad del viento y el espacio con el que se cuenta son datos fundamentales a tener en cuenta.

Los elementos necesarios para cultivar hierbas son: mezcla especial /sustrato, resaca, perlita y arena. En el caso de comenzar la huerta de aromáticas a partir de semillas, habría que formar un ‘almácigo’, que se puede formar con placas de cultivo o cajones, los que una vez sembrados en el sustrato aconsejado se deben exponer al sol de mañana, brindándoles un riego moderado en los inicios de la germinación.

Cuando comiencen a germinar las semillas y los plantines tengan entre 5 y 8 centímetros de altura, habrá que transplantarlos a macetas individuales o bien a jardineras.

En cambio, si comenzamos la huerta con plantines que adquirimos en los viveros, directamente de las macetas en las que se encuentran se pueden transplantar a otras más grandes o a jardineras, como en el caso anterior.

El momento “ideal” para transplantar estas especies es la primavera, lo cual no significa que no se puedan transplantar en otra época del año.

Las hierbas aromáticas, que necesitan mucha luz pero no sol directo, pueden estar en el balcón cuando el tiempo está lindo y vivir en la cocina, bien a mano, cuando llega el frío. En ese caso, hay que cuidar que el ambiente sea lo suficientemente luminoso, que no estén cerca de las fuentes de calor, que no haya mucha calefacción y que la cocina esté suficientemente ventilada.

El cuidado de las hierbas es muy sencillo: es aconsejable regarlas de mañana temprano o bien a la tarde a la caída del sol.

Las plagas habituales de las aromáticas son los pulgones, arañuelas, cochinillas. Respecto a los fertilizantes, lo mejor es utilizar líquidos solubles en base a Nitrógeno, Fósforo y Magnesio.

También hay que tener en cuenta que las aromáticas deben ser renovadas todos los años, que hay que abonarlas cada 15 días y que no hay que excederse en el riego.

Un a vez cosechadas, se las puede secar al aire libre, al horno, o congelar para poder utilizarlas en preparaciones culinarias, ponerlas en una bolsita de tela y sumergirlas en un aromático baño de inmersión o preparar una infusión como remedio natural.

Así, con poco espacio y unas pocas macetas, es posible contar con plantas que tienen una gran utilidad.

Asesoró: Roberto Marani, ingeniero agrónomo.

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