martes, 3 de noviembre de 2009

PLANTAS MEDICINALES EN EL RESFRIO COMÚN Y GRIPE



Las enfermedades respiratorias agudas alcanzan hasta el 50% de todas las enfermedades agudas en adultos y niños. Un adulto presenta en promedio entre 3 a 4 episodios anuales y un niño hasta 6 episodios.

El 75% de estas enfermedades son producidas por virus, tales como virus Influenza, Parainfluenza, Rhinovirus, Virus Respiratorio Sincicial y otros. Las plantas medicinales se han empleado en el tratamiento de los síntomas del resfrío desde la antigüedad.

Las primeras hierbas medicinales utilizadas con fines terapéuticos en este sentido recibían el nombre de "diaforéticas" (que estimulan la sudoración) y/o "febrífugas" (con efecto antipirético), a las que se deben agregar las hierbas con efecto antitusivo o expectorantes y, en la actualidad, aquellas que estimulan la inmunidad en el huésped y que se pueden emplear en etapa aguda o en forma preventiva.

Echinácea purpúrea (Equinácea)

Una de las plantas con mayor cantidad de estudios clínicos en el tratamiento del resfrío común y en la gripe es la Echinacea purpúrea.

Con la raíz de esta planta se elabora un extracto hidroalcohólico (o tintura) en una proporción de 1:5 con etanol, en la cual se encuentran 3 grupos de compuestos con actividad farmacológica, como las alcamidas, que son compuestos lipofílicos presentes en la raíz, y que presentan actividad inmunoestimulante sobre glóbulos blancos y células mononucleares.

En sangre periférica se observa un aumento en el recuento de leucocitos y en el porcentaje de linfocitos.

El uso principal de E. purpúrea está orientado al tratamiento de las infecciones respiratorias agudas del tipo Influenza y al tratamiento de infecciones urinarias de origen bacteriano. En la Influenza, la dosis recomendada es de 900 mg/día divididos en 3 tomas.

La presentación es en cápsulas de 300 mg o gotas de la tintura madre (la proporción aprobada de la tintura es de 1:5 con etanol al 55% v/v y la dosis sugerida para ésta es de alrededor de 20 gotas cada 8 horas).

Se puede observar una mejoría clínica al 4º día de tratamiento, el cual no debe exceder las 8 semanas.

No es recomedable su uso en pacientes con alteraciones de la inmunidad, como por ejemplo, en Leucemias, Lupus eritematoso diseminado, Artritis reumatoide, Tuberculosis y en las infecciones asociadas al Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).

En estos pacientes, el uso de E. purpúrea puede inducir un aceleramiento en el estado de inmunodeficiencia.

Dentro de las reacciones adversas asociadas al uso de este fitofármaco se mencionan reacciones febriles, náuseas, vómitos y reacciones alérgicas.

No se debe emplear en mujeres embarazadas, niños menores de 12 años y en pacientes con antecedentes de alergia a las plantas de la familia Asteraceae.

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