viernes, 21 de mayo de 2010

ROSA MOSQUETA, UN PODEROSO REGENERADOR DE LA PIEL




Hay quien afirma que unas gotas de rosa mosqueta aplicadas a diario sobre la piel son suficientes para devolverle la lozanía de su juventud. No en vano el aceite que se obtiene de las semillas de esta planta está considerado el mejor regenerador natural de la piel que se conoce.
Además es antioxidante, hidratante, nutritivo, reafirmante, reparador y repigmentante, entre otras propiedades. De ahí que se utilice para cicatrizar heridas, borrar estrías, atenuar arrugas, eliminar manchas cutáneas, recomponer la tersura de la piel en caso de quemaduras, etc. Sin efectos secundarios ni contraindicaciones.

En la Cordillera de los Andes -especialmente en Perú, Argentina y Chile- crece un arbusto silvestre de flores rosadas y fruto rojizo originario de Europa que los científicos denominan Rosa Affinis Rubiginosa y que los lugareños llevan siglos llamando Rosa Mosqueta.


De sus semillas se obtiene un aceite amarillento que es considerado como uno de los regeneradores y rejuvenecedores dérmicos más poderosos que existen y que, además, no produce efecto secundario indeseable alguno.


Huelga decir que por estos motivos el aceite de rosa mosqueta es uno de los productos que mayor interés ha despertado en los últimos años en los campos de la Dermatología y la Cosmética pero también cirujanos y otros profesionales de la Medicina lo han incorporado a su arsenal terapéutico por sus más que contrastadas propiedades beneficiosas.


Así, por ejemplo, se ha comprobado que este aceite ayuda a prevenir el cáncer cutáneo provocado por la sobreexposición al sol, que contribuye a una más rápida reparación de pieles quemadas o expuestas a radiación, que atenúa o incluso borra cicatrices hipertróficas, que previene y combate las antiestéticas estrías y que regenera más rápidamente los tejidos tras una cirugía además de retardar la aparición de los signos de envejecimiento cutáneos, entre otras posibilidades.


¿El secreto? Su extremadamente rica composición en ácidos grasos poliinsaturados y en vitaminas que convierten a este producto en una eficaz "goma de borrar imperfecciones" que nos ofrece la Naturaleza.

ALIMENTO PARA
LA PIEL


Aunque ya los indios patagónicos utilizaban rosa mosqueta para mantener la juventud de la piel, cicatrizar heridas y tratar diversas dolencias las propiedades terapéuticas de su aceite fueron oficialmente "descubiertas" hace sólo treinta años gracias a un estudio realizado por la Facultad de Química y Farmacología de la Universidad de Concepción en Chile cuyos resultados fueron asombrosos.


Se observó que la aplicación continuada del aceite de esta planta ayudaba de manera efectiva a atenuar cicatrices y arrugas y a rejuvenecer la piel en casi 200 pacientes que presentaban cicatrices debidas a cirugías, quemaduras y otras afecciones que provocaban un envejecimiento prematuro. Y todo ello sin provocarles reacciones o efectos secundarios adversos.


Obviamente a este interesante trabajo le han seguido muchos otros a lo largo de estas tres décadas que han logrado contrastar las pretendidas propiedades de esta planta.


Así, por ejemplo, presenta un alto contenido en ácido linoleico (en torno a un 45% de su composición) y en ácido linolénico (alrededor de un 30%), ácidos grasos esenciales poliinsaturados que confieren permeabilidad y flexibilidad a las membranas de las células y que están directamente relacionados con la síntesis de colágeno y elastina, sustancias que otorgan firmeza y elasticidad a la piel.


Además estos ácidos poliinsaturados regulan los mecanismos de defensa y crecimiento celulares así como los procesos biológicos que intervienen en la regeneración de los diversos tejidos. Pero, además, el aceite de rosa mosqueta contiene ácido oleico y cantidades menores de ácidos palmítico, esteárico y araquidónico que también contribuyen a su reconocida capacidad regeneradora.


Otro compuesto importante -responsable en gran medida de las propiedades fisiobiológicas de este aceite sobre la piel y los tejidos- es el ácido transretinoico o tretinoína que se encuentra en él en concentraciones pequeñas (de entre el 0,01 y el 0,5%) pero suficientes para conferirle a la rosa mosqueta la capacidad de reducir la tumorigenicidad de las células y acelerar la epidermopoyesis y la regeneración de los tejidos, de reducir el tamaño y mejorar el aspecto de cicatrices -incluso antiguas-, de atenuar las estrías o eliminar las arrugas así como de prevenir la aparición de signos de envejecimiento prematuro de la piel.


Además tiene una marcada acción antiinflamatoria tal y como descubrieron los científicos Pommer y Samecki a quienes se atribuye el hallazgo de esta forma de la vitamina A.
El aceite de rosa mosqueta contiene también vitaminas C (en cantidad importante), E, B1 y B2 así como polifenoles, flavonoides y pectinas, entre otras sustancias.


Todos estos elementos nutren la piel, la proveen de las sustancias que precisa para mantenerse sana o regenerarse tras una agresión de cualquier tipo y convierten a la rosa mosqueta en una ayuda natural que cada vez recomiendan más profesionales de la salud por sus excepcionales propiedades.

REGENERADOR, HIDRATANTE, ANTIENVEJECIMIENTO


Pero, ¿cuáles son esas tan laureadas cualidades del aceite de rosa mosqueta? Pues a día de hoy -las investigaciones sobre sus posibilidades terapéuticas prosiguen en diversas universidades y hospitales de todo el mundo y probablemente hagan ampliar la lista- las propiedades contrastadas por los expertos son las siguientes:


-Regenera los tejidos

Este aceite, rico como hemos mencionado en ácidos grasos, acelera el ritmo de regeneración y reparación celulares. De hecho es el regenerador de la piel más potente que se conoce. De ahí que cada vez más cirujanos lo empleen para tratar la piel tras una cirugía o en casos de quemaduras, cicatrices, estrías, úlceras por decúbito, arrugas y cualquier condición en que la piel necesite regenerarse.


Por ejemplo, se ha comprobado que ayuda a reparar las pieles dañadas por quemaduras de primer y segundo grado, las provocadas por el sol e, incluso, las quemaduras por radiación. Pero también es muy útil para recuperar la piel después del sol, de la depilación, de un peeling, del afeitado, etc.


-Estimula la producción de colágeno y elastina
Pero sus efectos no se quedan sólo en la epidermis sino que trascienden a capas más profundas de la piel donde revigoriza los fibroblastos, células dérmicas que producen colágeno y elastina responsables de la firmeza y elasticidad de la piel y del tejido conjuntivo, y muy implicadas -como veremos- en la aparición de estrías.


Atenúa las cicatrices de cualquier etiología
Aunque sean antiguas, hipertróficas, queloides, producidas por acné o varicela, resultantes de un trasplante de piel, de una operación quirúrgica o de un accidente. Todas mejoran notablemente su aspecto y la piel se alisa además de recuperar su suavidad y tersura. Así al menos quedó demostrado ya a raíz de aquel primer estudio realizado en la universidad chilena.


Hidrata en profundidad
El aceite de rosa mosqueta refuerza la barrera de ceramidas en el interior de las células epidérmicas reduciendo así la pérdida de agua de la piel. Además, por su alto nivel de penetración también incide en cambios dérmicos que favorecen la hidratación profunda de la piel, especialmente de las zonas más proclives a la aparición de arrugas o asperezas (manos, talones, codos, etc.)


Combate el envejecimiento
Al nutrir e hidratar las células el aceite de rosa mosqueta -usado a diario- ayuda a eliminar las arrugas no profundas, a retardar la aparición de otras y a atenuar las líneas de expresión. Asimismo previene los signos de fotoenvejecimiento mediante la autogeneración de melanina. La piel recupera su frescura y lozanía y de ella se borran las antiestéticas bolsas y ojeras que envejecen el aspecto de las personas que las sufren.


Redistribuye la pigmentación de la piel
Por su capacidad de generar melanina el aceite de rosa mosqueta ayuda a corregir los problemas cutáneos debidos a una sobreexposición al sol, entre ellos las manchas solares. Además uniformiza el tono de la piel de todo el cuerpo y elimina hiperpigmentaciones como melasmas, cloasmas y léntigos.


Previene el cáncer cutáneo
Y lo hace a través de varios mecanismos. Por ejemplo, activando la autogeneración de melanina o minimizando los efectos negativos de la radiación ultravioleta gracias a su reconocida capacidad antioxidante y neutralizadora de radicales libres.


Mejora la circulación sanguínea
El aceite de rosa mosqueta acelera y regula el ritmo de microvascularización, es decir, mejora el flujo sanguíneo y la reposición de sustancias nutricionales de las zonas en las que se aplica.


Tiene propiedades antiinflamatorias
Se ha comprobado que reduce la inflamación y congestión de los tejidos.


Es energetizante
Proporciona a las células energía metabólica para que puedan llevar a cabo sus importantes funciones.


Restaura y protege el cabello
Actúa como reparador natural del cuero cabelludo y del cabello, especialmente cuanto éste está seco, teñido o dañado por el sol, el cloro, el frío, etc. Basta con aplicarlo en las raíces y dejarlo actuar durante un par de horas antes de lavar el pelo con normalidad. Los resultados son inmediatos.


Puede también emplearse para uso interno. En este caso, tomado en infusiones, ayuda a mantener fuerte el sistema inmune y a prevenir enfermedades, especialmente resfriados, gripes y catarros intestinales; mejora los procesos enzimáticos; es un excelente reconstituyente de los tejidos; es ligeramente diurético y laxante; se usa en la disolución de cálculos biliares y renales y da muy buenos resultados en el tratamiento de estados depresivos. Además, por su riqueza en ácidos grasos poliinsaturados, es un regulador de las hormonas y del colesterol, y coadyuva en la protección frente a las enfermedades cardiovasculares y la hipertensión arterial.


Discovery Salud


5 comentarios:

Mercedes Pinto dijo...

Increible e interesante lo que puede hacer la rosa mosqueta por nuestra piel. Muchas gracias.
Hasta la próxima.

El Drac dijo...

Uuuauu!!! ¿y qué esteamos esperando??? Como decía el finadito Don ramón: "para luego es tarde!!" Un abrazo

Maria de los Angeles dijo...

Hola Mercedes, aqui donde vivo a pocos km. hay un pueblito que está lleno de rosa mosqueta al costado del camino, eso si, te llenas de espinas al sacar los frutos rojos, aun con guantes, todavia recuerdo mi experiencia, tiene mucha vitamino C y es excelente para los resfrios!
Besos y buen finde!

Maria de los Angeles dijo...

Hola Drac, si, a tomar mucho te de rosa mosqueta, y a usarlo en cremas, el dulce es muy rico!
Besote!

maricmasi dijo...

Hola Mª de los Ángeles me encanta tu blog y la información que plasmas en el, es muy extensa y buena.
1 saludo muy cordial de maricmasi.