CONECTANDO CON NUESTRO CRISTAL

Si sabemos escuchar, los cristales nos hablan.

Cuando tengo dificultad para comprender algo o encontrar una solución, tomo un cristal de cuarzo con arco iris en su interior y lo coloco en mi frente.

Se que puedo escuchar y que él se conecta con mi centro calmo.

Enseguida se produce una serenidad propia de su alta vibración que ordena la dispersión de los pensamientos.

Luego pregunto o presento la duda e inicio el diálogo, en este caso fui guiada a relatar esta experiencia personal para que otras personas se beneficien con este proceso de conexión.

Podemos creer que es nuestra mente la que nos responde y en verdad es así pues solo a través de ella podemos recibir instrucciones, pero la fuente es el cristal.

Él absorberá la energía excedente de la mente elevando su temperatura y liberando el calor acumulado, para equilibrar los hemisferios cerebrales.

Seguimos sosteniendo el cuarzo con una mano sobre la frente, sintiendo su presencia sanadora que actúa desde ese lugar, atravesando el cuello hasta la nuca.

La punta del cristal mira hacia arriba mientras la energía es llevada hacia el centro coronario, elevandola.

Visualizamos como asciende la energía no calificada limpiando nuestro campo energético y comenzamos a relajarnos para recibir la guía de nuestro cristal maestro.

Vemos su luz poderosa penetrando el entrecejo y haciendo contacto con nuestra mente sutil, en cada uno queda la apertura y la entrega a las indicaciones recibidas.

Permitamos vivir este hecho con amor y humildad. Los cristales son en estos tiempos los archivos de antiguas enseñanzas que sabios de la Atlántida depositaron en ellos, es tiempo de despertar de ese sueño y transmitirnos su sabiduría.

Una vez que hicimos contacto con el espíritu del cristal y nos entregó su mensaje, agradezcamos con reverencia y respeto su entrega incondicional y si quedó agotado o debilitada su energía, colocarlo en agua para volverlo a cargar. Agradecer.

Recomiendo anotar el mensaje recibido por que es posible que al retornar de este estado meditativo nos olvidemos el contenido y veremos después como evoluciona este trabajo con el tiempo.