De color rojo carmín, un rubí es la piedra sagrada de los birmanos, quienes la comparan con un alma humana a punto de entrar en el recinto del Buda.
Ellos creen que el color cambia gradualmente, del amarillo, verde, azul hasta el rojo, cuando la gema madura. También cambia de color en presencia de veneno, con la salud deteriorada de la persona que la usa, o cuando arrecian los problemas.
Un rubí influye fuertemente en la persona para bien o para mal y ahuyenta los malos sueños.
Se asocia con el poder divino, el amor, la dignidad, la realeza y la paz. No usar durante la noche o el verano, y evitar el uso constante, ya que es muy caliente.
Usar en anillo, pulsera o broche, del lado izquierdo. Se cree que cura problemas de la vista, meningitis, anemia, fiebre, trastornos digestivos, presión arterial baja y las enfermedades del corazón.
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