martes, 22 de julio de 2014

LAS PROPIEDADES METAFISICAS DE LA MALAQUITA



La Malaquita es una piedra sin transparencia, sin embargo resulta ser una gema muy atractiva que posee un bonito brillo característico. 

Los cristales, en sentido metafísico, son poderosos resonadores que transfieren sus vibraciones hacia el medio ambiente. 

A diferencia de las personas, los cristales siempre vibran a frecuencias bien definidas y sus niveles de energía son invariables. 

Cuando está bien limpia, cargada y programada, puede poner orden y armonía en el cuerpo, hogar y en la vida en general. Como toda piedra metafísica, la Malaquita trae transformación y cambio. 

Nos puede ayudar en tiempos de transición a captar intuitivamente y a entender y aceptar la responsabilidad de nuestras acciones. 

Es especialmente útil para la absorción de las energías negativas y la intensa radiación electromagnética de cualquier tipo. Esta toma de energía es una característica muy importante de la Malaquita. 

La Malaquita funciona mediante la absorción de cualquier tipo de energía que queramos eliminar de nosotros mismos. 

No es posible curar los traumas del pasado sin el conocimiento consciente de ellos o si están enterrados en su subconsciente. 

Con la ayuda de la Malaquita, se puede identificar, reorganizar, y liberar las experiencias negativas del pasado, así como deshacerse de los bloqueos inconscientes, trayendo curación emocional profunda en todo el ser emocional. 

Si estamos constantemente involucrados en sentimientos de culpa sin ser conscientes de ello, tal vez usar Malaquita en la terapia sea una buena opción.

Algunos dicen que puede ayudarnos a entender el amor, ya que representa la lealtad y la amistad en una relación. 

De una forma u otra, las propiedades espirituales de la Malaquita son muy fuertes en el ámbito de las relaciones interpersonales. 



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