Cuando estoy preocupada, me duele la garganta o simplemente no tuve una buena noche, enseguida pienso que piedra de las que tengo puedo usar.
¿Quien no pasó una noche en vela, o se despertó a la madrugada y ya no pudo dormir mas?... eso de vivenciar el proceso de ascensión, hace que un día estemos brillantes y al día siguiente no podamos con nuestra alma.
Por esa razón, hace años, por una guía intuitiva y casi mágica, me dedico al estudio de las gemas y de qué forma las piedras pueden rescatarnos de los molestos síntomas emocionales y espirituales que hoy nos aquejan.
Cuando digo espirituales, me refiero a los procesos de cambios internos que se producen en estos tiempos en casi todas las personas abiertas y sensibles, que "saben" que las cosas que ocurren en el mundo responden a un orden divino de limpieza y purificación.
Pero como me pongo a explicar apasionadamente sobre lo que está pasando en el interno de todos nosotros, también con la misma actitud, les digo, déjense guiar por las piedras, recurran a ellas cada vez que sientan molestias, dolores, tristeza, agobio.
Frente al estrés, la aventurita; para el dolor de cabeza, la amatista; para aclarar la mente, la fluorita; para los problemas digestivos, el citrino; para alcanzar niveles elevados de conciencia, la azurita; para los niños índigo, la apatita; y así infinidad de recursos que los bellos y amigables cristales tienen para ayudarnos.
Ángeles Rodeiro
http://www.puraconciencia.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario