LA ALCACHOFA

Originaria de Cartago y de las regiones mediterráneas, la alcachofa ha sido cultivada desde la antigüedad por sus cualidades excepcionales.

En la actualidad esta verdura y planta medicinal se utiliza en todas las regiones del planeta.

La alcachofa alcanza los 2 metros de altura, es una planta bianual muy ramificada.

Acción farmacológica

Estimula la metabolización del colesterol en el hígado, es diurético, tónico, depurativo, hipoglucemiante.

Las alcachofas mas jóvenes consumidas en estado crudo se indican en las diarreas crónicas. En fitoterapia utiliza las hojas de la alcachofa.

La preparación de la alcachofa (té, polvo, tintura) tienen cualidades terapéuticas excepcionales en el caso de los trastornos de la circulación de la sangre, hepáticas y renales.

El polvo de alcachofa, hecha de hojas secas, se da a los pacientes de 2-4 gramos al día, en varias tomas y la recomendación es que deben mantenerse bajo la lengua durante unos minutos y luego tragarse con agua.

Sintéticamente hablando, los preparados de alcachofa pueden ser utilizados para el tratamiento cardio-vasculares, del hígado, trastornos renales, eczemas, diabetes, hemorroides y para la regeneración de las células hepáticas.

Los tratamientos naturales y las formas de aplicación

El jugo de alcachofa

Un vaso pequeño de jugo de alcachofa se recomienda para beber antes del desayuno y el almuerzo.

Es un tratamiento indicado para personas con estreñimiento y para aquellos con un aumento dramático de peso.

Es un tratamiento de drenaje en caso de estreñimiento pero sin agredir al hígado.

El té de alcachofa

La infusión se hace con una cucharada de puré de hojas de alcachofa escaldada en 500 ml de agua.

El té se debe dejar reposar de 15-20 minutos para llegar a ser una infusión. La taza de té se debe beber por la mañana con el estómago vacío.

La ultima taza se bebe en 2 etapas, es decir, la mitad de la taza antes de desayunar y antes de cenar.

El tratamiento se efectuará entre 21 a 30 días con 30 curas matutinas.