domingo, 8 de noviembre de 2009

ESCUCHANDO LA VOZ DEL CORAZÓN



Escuchar la voz del corazón es sintonizarse con nuestras vibraciones sutiles y sentimientos, aprender a escuchar no sólo con los oídos sino con todo nuestro ser, con nuestros huesos, órganos y todas las fibras.

En este tipo de escucha se encuentra la respuesta a las oraciones y el cumplimiento de todas nuestras intenciones.

Las respuestas y recursos pueden aparecer aparentemente de la nada. El universo no tiene necesidad de trabajar en forma lineal y lógica.

Cuando te conectas con las intenciones a nivel energético, a continuación, las respuestas a las oraciones pueden aparecer "de la nada." Todavía tienes que hacer tu parte, pero realmente no hay reto que sea insuperable.

Tu parte es permanecer abierto y receptivo al flujo interno de energía y conciencia que está siempre conectada con la fuente creativa.

Esto puede significar a veces tener que tomar pequeños pasos sin la certeza de saber los detalles del cuadro mayor.

A veces puede parecer que sólo nos dan piezas de un rompecabezas, sin el beneficio de saber como luce la pieza terminada.

Confia en la sabiduría de tu corazón que te permitirá saber si estás en curso o fuera de curso cuando aprendes a sentir y a escuchar la vibración de tu voz.

A medida que escuchas y sientes en tu interior, la conciencia se da cuenta de las vibraciones físicas dentro y alrededor de ti.

Como la mente y los sentimientos se calman, la conciencia comienza a emitir más vibraciones sutiles a los pensamientos, sentimientos y movimientos de energía dentro del cuerpo.

Los sonidos internos se vuelven cada vez más predominantes y los ruidos externos puede parecer que se funden con los internos.

Se produce un sentido de expansión, en el que se amplía la sensación del cuerpo, como si los miembros se volvieran muy grandes o se han disuelto todos juntos en la inmensidad del espacio.

En el espacio sagrado donde el cuerpo y la mente están profundamente relajados, pensamientos intrusivos y el proceso de pensamiento tienen menos oportunidades de interrumpir.

No hay un lugar pequeño en la mente para dejar que giren en torno nuestro, vienen y luego se van.

Ellos estan observando como pensamos desde una gran distancia, pero sin los estados emocionales comunes que nos mantienen rebotando como muñecos y marionetas en un escenario.

En la vibración de la voz del corazón, el incesante parloteo de la mente desaparece, lo que permite a la energía magnética del Amor manifestarse y cumplir con nuestras intenciones y oraciones.

En este estado sublime, puedes estar en cualquier situación o en medio de la multitud y emitir las vibraciones magneticas de amor para abrazar a todas las personas como almas bellas.

Aquellos cuyos corazones están listos para recibirlas comenzarán a resonar y a gravitar en torno nuestro.

Cuando te conviertes en la frecuencia del amor, esas vibraciones van a cambiar los corazones de aquellos atrapados en la propia oscuridad.

De esta manera, las personas aprenden a ser una bendición para quienes les rodean, sin expectativa de retorno o acuso de recibo.

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