viernes, 2 de julio de 2010

INDUSTRIA ANCESTRAL DE MEXICO


Dionisia, la puestera


Hierbas para el cuerpo y rezos para el alma, con esta fórmula millones de mexicanos buscan curar sus enfermedades a través de la llamada medicina tradicional.

México está ubicado como el segundo país en todo el mundo con el mayor número de plantas medicinales inventariadas con 4.500 después de China que cuenta con 5.000, según la Sociedad Latinoamericana de Medicina Natural y Tradicional.

Sólo la tercera parte del territorio mexicano ha sido investigado, lo que corresponde a los estados del centro y sur país, el norte aún es virgen.

El presidente de la Sociedad, Erick Estrada, dijo a BBC Mundo que el 80% de la población total en México hace uso frecuente de la herbolaria para sanar sus enfermedades.

"Los mexicanos hemos sido herbolarios toda la vida, desde la época prehispánica y aún antes, toda la vida hemos consumido plantas medicinales y se usa en combinación con la medicina alópata".

La medicina prehispánica estuvo íntimamente vinculada a la religión y a la magia, pues a través de sus herbolarios y curanderos, se sanaba no sólo el cuerpo, sino también el alma del enfermo.

Por ello los pueblos mesoamericanos asociaron e identificaron cualidades en plantas, animales y elementos de la naturaleza a los de sus divinidades.

El ritual

La medicina indígena tan ligada a la religión sufrió cambios y mutilaciones durante la conquista de los españoles.

Al uso de algunas hierbas, vegetales e incluso animales, se les otorgaba un sentido mágico-religioso que se aplicaba a través de un ritual, por lo que su práctica fue prohibida por los conquistadores por considerarla pagana.

"El Chamán José" como se hace llamar un curandero de la medicina tradicional, quien atiende a sus pacientes en un local del famoso Mercado de Sonora, describió a BBC Mundo dichos rituales:

"Los rituales consistían en despojar el aura y el espíritu de la mala energía que mantenía enferma a una persona y eso se hacía a través de limpiar su cuerpo con hierbas, inciensos y rezos y muchas veces incluía el sacrificio de animales."

Actualmente sucede lo mismo, pero ahora combinada además con creencias católicas y afrocubanas como la santería y el espiritismo, así lo explica el "Chamán José":

"Yo soy espiritual, ¿qué es espiritual? Es cuando se nos acerca alguien que existe pero no vemos y nos habla y me van diciendo, 'ah! Ella necesita esto, necesita aquello', pero es dependiendo del asunto que trae la gente."

El tradicional Mercado de Sonora

El Mercado de Sonora es el más grande en su tipo en todo México y es conocido nacional e internacionalmente por la peculiaridad de su giro comercial: el esoterismo, la brujería, pero sobre todo la herbolaria.

En los pasillos de este lugar también puede encontrarse artesanía mexicana, juguetes y hasta aves y toda clase de animales exóticos.

Miles de personas visitan diariamente este mercado, ubicado en la zona centro de la Ciudad de México, en busca de amuletos para la buena suerte, velas y pócimas para el amor y hasta los más complejos conjuros afrocubanos.

La industria herbolaria nacional comercializa alrededor de 1.200 toneladas mensuales, de las cuales el Mercado de Sonora participa con 160.

Los hierberos del Sonora en su gran mayoría han obtenido el conocimiento a través de las enseñanzas de sus ancestros como dijo Dionisia Pérez:

"Yo llevo vendiendo aquí más de 30 años, soy originaria de Puebla y mi madre y mi abuela conocían de hierbas y ellas fueron las que me enseñaron a mí y yo a mis hijas y mis nietas, si a la gente le duele la panza le doy manzanilla y si su mal es la diabetes de doy un preparado de tronadora y lágrimas de San Pedro".

Los riesgos

La medicina tradicional no está exenta de riesgos, la Organización Mundial de la Salud ha exhortado a sus estados miembros a regular estos medicamentos para volverlos más seguros y accesibles.

Con ello coincide Erick Estrada, quien asegura que muchas de las plantas que actualmente se venden no tienen ninguna propiedad medicinal o se están recetando para otro tipo de padecimiento.

"Desgraciadamente al no tener un verdadero conocimiento de las propiedades de las plantas medicinales, la gente está desvirtuando la herbolaria por ganarse unos pesos."

Por ello, asegura el investigador, se deben estudiar, supervisar y evaluar las medicinas tradicionales que se venden en las ciudades, porque son muy susceptibles a la charlatanería y al engaño.

Conscientes del riesgo que puede representar para su salud la mala información sobre las propiedades de las hierbas, los consumidores compran sólo lo que conocen.

Este es el caso de Graciela quien acude regularmente a comprar su tratamiento para los nervios "yo sólo compro lo que conozco y con mi hierbera personal a quien le tengo confianza".

BBC Mundo

1 comentario:

Mercedes Pinto dijo...

Interesante artículo, no sabía que Méjico tuviese tan ancestral conocimiento de las plantas.
Un abrazo.